Corretea por mi cuerpo con toda la libertad del mundo. A veces, muchas, después de llevarme hasta la extenuación me provoca dolor. Y es en ese momento en que pienso en dejarla. Sólo necesito dejar pasar una tarde para reconsiderarlo y volver a lo de siempre. Pero hay días que piensas que te podrías enamorar y al menos, siempre acompaña. Cuando te paras un momento, echas un vistazo a lo que te rodea, lo de aquí, lo de allí y lo de allá. Todo es una mierda, piensas. Y es así, es una mierda; no te engañes. Y ves problemas de verdad. Gente que cuando se muere un hijo, se lo comen, porque cojones! es carne. Y yo pensando en si pasar o no pasar de ella. Primo! No me jodas! En fin, voy a por otro vaso.
esas mañanas tontas
Labels: fuego y sangre
2 Comments:
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No es cuestión de dejar nada, es cuestión de moderación. Todo es bueno en su justa medida, ahora, encuentra la tuya.
Esto que dices me hace pensar... si no será, tal vez, un arma de mi cuerpo el hacerme plantearme este dilema cada cierto tiempo; pues cuando estoy pensando en dejarla, le presto mucha menos atención, luego, cuando se me olvida el tema, la vuelvo a amar. Digo yo, ¿no será precisamente este ahora mucho, ahora poco el equilibrio que necesito? Como bien dices, la justa medida. En fin, puede ser, pero me maltrata el hecho de no definirlo. En fin, dejaremos pasar el tiempo. ;-)
Salud!