Me doy cuenta de que irremediablemente me hago viejo cuando, de repente, al ver cómo revientan las gotas de lluvia contra el suelo, en vez de alegrarme, o simplemente fastidiarme, me quedo por unos segundos, con los ojos pegados en los charcos, pensativo sobre el para qué de todo esto. Miro hacia atrás, y sólo veo tiempos mejores; miro al presente y arrugando la frente, me entristezco.
Xavier
una tarde más de un viernes lluvioso
una tarde más de un viernes lluvioso
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Una sabiduría mía:
El que no ha nacido no se ha hecho viejo. Y el que ha nacido y no se ha hecho viejo etonces se ha muerto joven.