Parecía una noche normal.. venía de tomar algo con los colegas, iba yo en mi tanque, como un señor. Primer semáforo, ámbar... no debería, pero es de noche y no hay nadie. Paso en ámbar acelerando un poco. Hay una gente atravesando la carretera que al oír el grave rugido de mi máquina se apartan a media carrera. No sé, me saludan con el brazo. Llega el segundo semáforo. Éste, está en rojo. No me lo voy a saltar. Piso el freno... y lo noto un poco más suave de lo normal.. coñe, hundo mi pie hasta llegar al suelo! Y el tanque que sigue su curso. Ah! Algo parecido al espanto recorre mi cuerpo. Reduzco bárbaramente y ya con una marcha más corta y el vehículo un poco más lento, tiro de freno de manos. Parado en el semáforo estoy. Me quedan solamente 100 metros para llegar a mi zona. Parece fácil.. y lo es. La dificultad es encontrar aparcamiento, doy dos vueltas y por fin encuentro un rinconcito (estoy contento, pues lo normal son de cuatro a seis vueltas). Ahora viene lo peor, he de aparcar, y el freno de mano ya no funciona correctamente (o tal vez mi brazo ya está cansado.. joder, que había ido a defensa personal, y eso, agota). Así que, sin yo quererlo, ni provocarlo, pero tampoco evitándolo en exceso, aparco a 'lo Braille'... es decir, toquecito delante, toquecito detrás y ya lo he metido en el hueco. Ahora toca llevarlo al mecánico, y después a la ITV. En fin, más dinero que no me voy a poder beber.. digo, que no voy a poder ahorrar ;-)
la muerte siempre tan cerca
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3 Comments:
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Ya tienes tu primer intento de homicidio.
Esto... creo que debería dear de ver pelis de conspiraciones
Todo tiene su explicación!!
JE!!