Blogger Template by Blogcrowds.

salmonetes frustrados

A veces me da la sensación que la vida es como el transcurrir por un río. Es decir, cuando eres pequeño haces en mayor o en menor, pero siempre en bastante, lo que te dictan tus padres; más que nada, porque cuando eres pequeño ¡Que otra cosa vas a hacer! Estos son tus primeros días en los que te sueltas de la mano de mamá y papá para meter los pies cerca de la orilla. Después llega la adolescencia, dónde hay un punto de inflexión, a partir de ahora nos creeremos con derecho a dirigir nuestra vida, aunque todavía sin medios. Te atreves incluso a vestirte con algo raro, algo 'guay', algo que te haga salir por un rato del río; pero en verdad lo que estás haciendo es dejar de mojarte los pies para meterte hasta las rodillas. Luego llega la adolescencia adulta, donde el que más el que menos se plantea su yo filosófico, el sentido del todo y del nada, donde las drogas dejan de tomarse por tomar, para hacerlo en busca de unos efectos deseados; en este momento es cuando uno empieza a notar que los huevos se le están arrugando por el agua fría. Así llegamos hasta la madurez, donde conscientes del frío y de la humedad uno se dedica a hacer el muerto para dejarse llevar, es aquí normalmente donde ya disponemos de hipoteca, churumbeles y tenemos el cuello ya dolorido de mirar tanto hacia abajo. Se pasa este tramo para llegar a uno peor, la vejez prematura; estadio en el que no queremos aceptar que ya somos viejos. Te has agarrado a uno o dos placeres rutinarios y eres conocedor que son tus únicas vías de escape de ese río que, sabes, no has escogido. Desde ya hace tiempo el agua ya no te importa, cómo tampoco te importa hacia donde te lleva la corriente; te da igual porque al final todos vamos hacia allí. Y la última fase hasta la muerte es el purgatorio interno; aquí ya no te importa nada, incluso puede que ya no tengas ni placeres, o al menos no con intensidad suficiente, así que haces y dices lo que te apetece en todo momento (todo lo que tu cuerpo deteriorado te permite, claro). Sabes que ya sólo queda la muerte, el tiempo del gusto por los nietos y la família unida ya hace muchos días que se quedaron atrás. En tu cabeza sólo ronda un pensamiento ante una pregunta: ¿Cómo vas a morir?


Xavier
no, no es lunes

5 Comments:

  1. FraN said...
    luchar por ir contracorriente cansa... y pese a eso, el salmonete; hasta el más tonto da su vida por esa incansable lucha que sabe que va a perder.

    No, no es lunes... pero se acerca el quizá más temible domingo-tarde :P
    terminus said...
    ¿Sabes qué? Cuando te pones así de profundo me das miedo...

    Salut

    Edu
    Xavier said...
    Fran:
    Y la pregunta es... ¿merece la pena? Miras alrededor y ves que la gente tira la toalla.

    Terminus:
    Sólo te diré que voy a dejar la cerveza de lunes a viernes!!! Espero que esto no me trastoque jeje..

    Salud!
    Anónimo said...
    Hombre, pues yo lo tengo claro si hay que morir, que sea buceando, allá donde pocos se han atrevido a meter la cabeza.

    Nadar a contracorriente cansa, cansa mucho. Pero puedes usar la corriente para acercarte a la orilla y subir andando que cansa menos. Porque nosotros no somos salmonetes, así que tenemos cerebro y piernas.
    anónima said...
    Llevaba tiempo sin pasarme por aquí, y viene bien... ¿sabes? creo que lo malo no es que te des cuenta de que a veces se pasa por la vida pensando que todo lo que no llegas a conocer es una mierda, sino que lo bueno es precisamente eso, que te das cuenta. Esa es la única manera de poder cambiarlo... los salmonetes tienen sus epocas de psiquiatras y pastillas, no te creas, cuando están más bajos de ánimo a algo tienen que recurrir. Pero la calma que les da saber que están eligiendo al menos parte de su camino les hace seguir con esos ojos saltones. Hay muchos, yo estoy pensando en dedicarme a psicóloga de salmonetes, en algo contribuiría a que la vida sea menos predecible.
    Y vamos a darnos una vuelta con el skatebord o comocarajosellame!
    Saludos niño!

Post a Comment



Entrada más reciente Entrada antigua Inicio