wonderfulding
Me subo a tu ventana. Respiro de las flores que adornan tu balcón. Es el aire cálido del verano lo que me impulsa a trepar. Me siento en tu rellano esperando beber de tu cascada. Alargo mis manos para refrescarme y tu agua me llena las manos de campanillas blancas. Miro en el interior de tus habitaciones para descubrir un bosque encantado. Los olores y aceites de la vegetación los reconozco psicotrópicos y alucinógenos. Los colores cálidos se intercambian al azar, el rojo pasar a ser naranja, éste amarillo y luego vuelve a ser rojo. Los azules se convierten en espejos, el agua en hielo y lo blanco en rosa. El suelo, lejos de ser la esperada alfombra verde de césped es un revoltijo de nubes violetas; no sé hasta donde llegan, ni a que altura estoy, sólo sé que avanzo y entre mis dedos noto suaves soplidos que me mantienen suspendido en el aire, como si levitara. No me hace falta cerrar los ojos para sentirlo, no necesito concentrarme. Cada vez que me acerco, sé que estoy llegando al paraíso.
soy el naranja del dátil
Labels: fuego y sangre
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